Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano... su hijo había muerto.
Desde la muerte y durante años no podía dormir... lloraba y lloraba , hasta que amanecía....
Un día, cuenta el cuento, se le apareció un ángel en su sueño. y le dijo:
- ¡Basta ya! -
- Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más...-
El ángel le dijo:
- ¿Lo quieres ver?-
...Entonces lo toma de la mano y lo subió al cielo.
- Ahora lo vas a ver, quédate aquí.-
Por una acera enorme empiezan a pasar un montón de chicos, vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, tal como uno se imagina el cielo con los angelitos.
El hombre dijo;
- ¿Quiénes son?-
Y el ángel respondió:
- Éstos son los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen éste paseo con nosotros, porque son puros...-
- ¿Mi hijo estará entre ellos?-
- Si, ahora lo vas a ver...-
Y pasan cientos y cientos de niños...
- ¡Ahí viene!,- avisa el ángel...
Y el hombre lo ve radiante como lo recordaba.
Pero hay algo que lo conmueve, de todos los niños, él es el único que tiene la vela apagada y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo.
En ese momento su hijo lo ve, viene corriendo y se abraza con él.
Él lo abraza con fuerza y le dice:
- Hijo, ¿Por qué tu vela no tiene luz?,
¿No encienden tu vela como a la de los demás?-
-Sí, claro papá, todas las mañanas encienden mi vela, igual que la de todos, pero...
¿Sabes que pasa?
Cada noche tus lágrimas... apagan la mía...-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario